Formado como fotógrafo artístico en la Academia de Bellas Artes de La Haya, es a finales de los años 70 cuando este brillante desarrollador empieza a trabajar en la iluminación de la mano de una joven compañía de teatro montando y llevando una consola casera que llevaba dos potenciómetros y un montón de interruptores. Poco después tuvo su primer contacto con la programación informática con unos ordenadores que usaban cintas de casete para almacenar los datos. Así comienza un largo camino en el cual la iluminación y la informática siempre han ido de la mano.

Durante los últimos 40 años ha trabajado en miles de eventos pequeños y grandes por todo el mundo. Mientras tanto, Aart continuaba su formación como desarrollador certificado de aplicaciones y administrador de sistemas Microsoft. Siempre buscando los límites de las consolas del momento para intentar sacar todas sus posibilidades. Tanto es así, que ha llegado a desarrollar y producir su propio software de control.

Cuando su camino se cruzó con la GrandMA2 en el 2009, la estructura abierta de ésta cambió su forma de ver el control de iluminación. Más que una consola, la GrandMA2 se convirtió para Aart en una plataforma de control. Sobre esta base, cada operador puede personalizar su show y adaptar su manejo para cualquier evento de cualquier magnitud, las enormes posibilidades de esta plataforma le han inspirado para mejorar la programación de la misma cada vez más. Es en este proceso en el que los plugins se han convertido en su mejor herramienta, automatizando tareas complejas ya que permite crear aplicaciones completas por encima del software GrandMA2.